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martes, 30 de enero de 2024

Podria


Últimamente mi poesía desorientada no encuentra palabras exactas para describir las consecuencias que provoca tu ausencia.
Últimamente hay un desorden entre la oxitocina y la vasopresina. No se entienden, se desvinculan.
Me distraen las tareas cotidianas, ocupo mi mente pensando en el ‘quizá mañana‘ y viajo de manera imaginaria, deteniéndome en algún punto donde te encuentro, en gestos, en palabras, en sonrisas.
Algunas personas no comprenden que a veces, después de la predilección natural, puedes quedar lisiado y desmoronarte ante sus ojos sin que lo perciban.
Últimamente, la creatividad me ha abandonado. Las palabras tomaron cada una su rumbo debido al hartazgo de mi extrañar. Fueron a ubicarse en las líneas de Flaubert, Alighieri o Montal.
Entonces, como una niña perdida me encuentro en medio de tu bosque. Pero tus hojas se van secando y no permites que mis aguas rieguen tu soledad. Ni siquiera te has enterado del último beso que atesoro.
Podría ir y buscarte ahora mismo. Apurar mis pasos y pararme frente a tu puerta. Mas, sé que el muro de tu no mirar se interpondria entre mi querer y tus estepas. Por eso estoy aquí escribiendo para ti, aunque nunca lo sepas.
Norma Zegarra Mayuri.

martes, 6 de junio de 2023

Olvido


 Que hermoso despertar, viendo tus ojos sobre mis ojos expandirse en infinito. Ver tu boca de uva hacerse zumo en la mía.

Que grato ser la persona que anhelas como compañía, leer sin pausa tu inconclusa poesía. Sentir nuevamente tu mano enlazada en la mía.
Que sensación divina contemplar tu sonrisa de lado, la misma de antes y después del amor. En silencio, sentir tu corazón latir a mi costado.
Que fortuna acompañarte en tus ideales y ¿Por qué, no? En tu protesta o tus pensamientos más banales.
Que alegría ser el cuerpo que abrazas, que locura ser el beso, la enfermedad y la cura.
Que excitante ser tan tuya y percibir tu fragancia, a pesar del tiempo, más alla de la distancia.
Más, despierto y descubro tus ojos ciegos, el café amargo, tu boca seca, tus manos  tiesas.
Abro los ojos y tu corazón de lata no hace eco, tus brazos son ahora ramas caídas tras la tormenta de un amor hecho olvido. (Norma Zegarra)

sábado, 3 de junio de 2023

Como verte otra vez


 Fue como verte otra vez, en tu paso apurado, con tu pelo gris y las manos abrigadas en los bolsillos.

Me sorprendió aquella imagen que seguí y perseguí con ojos, mente y corazón.
No alcanzaba a ver tu rostro, solo tu andar hacia el horizonte. Mi hija no dejaba de mirarte y coincidió conmigo en que tenías que ser tú.
Apuramos el paso, debíamos alcanzarte, aunque algún pensamiento intentaba negarnos el momento.
Quizás la lejana teoría de Einstein, talvez, la física existencial. Acaso tan solo mi dislocada esperanza. A lo mejor una vana ilusión.
Fue como verte otra vez. 
Fue querer correr hacia ti, mencionar tu nombre y que voltearas a mirarme con esa tierna sonrisa, tan tuya... Más, no eras tú. Fue una mala broma del destino, un momento efímero, dulce amargo de la vida. (Norma Zegarra)

sábado, 27 de mayo de 2023

Si yo pudiera


 Si yo pudiera hacerte feliz, si pudiese ser el abrazo que anhelas, la palabra perfecta o ser en tu escenario el preciso matiz.

Si yo me hiciera de pronto una Diosa, si bastara la palabra "hermosa",  para verte sonreír.
Si yo tuviera la capacidad de duplicarme en más caricias, en cuidados. Si yo encontrara el santo grial de Troyes y Boron, si al amanecer de este día, como un milagro tuviera yo sabiduría.
Si yo pudiera hacerte feliz. Si yo fuese un tulipán, una rosa, un jazmín.
Si yo tuviese la destreza del mago, que descubre de un sombrero las alegrías y los asombros. 
 Si yo cubriera tus cabellos con aroma de flores que arrancarán de golpe tus temores. Si yo pudiera ser remedio a tu dolor, si al contemplarte mis ojos tuvieran el efecto de la mejor medicina.
Si todo eso ocurriese, quizás, hoy no tendría que enjugar tus lágrimas en mis pensamientos mientras veo en tus mejillas la huella de la pena. (Norma Zegarra)

domingo, 21 de mayo de 2023

Valeria



Valeria, llena de gracia, hoy he visto tus mejillas de porcelana y tu sonrisa en arco de luna reflejarse en mi balcón.

Valeria, corona de flores, hoy he visto tus ojos de ónix adornando el universo.
Valeria, pequeña, flor de capulí, hoy te hiciste mariposa. Al vuelo pintabas los jardines con tu alegría y tus pupilas saltarinas vagaban alegres  al horizonte.
Valeria hoy te hiciste poema en mis cartas y tonada en mi canción. Vas alegre y soñadora sobre alas de gorrión. (Norma Zegarra)



sábado, 1 de abril de 2023

Flor en el camino

 A veces es solo la flor, la flor en el camino. En ocasiones blanca en otras rosa pálido. El camino es largo y las nubes bajas. El ángel que me observa  desde la copa de la iglesia está quieto cual testigo de la ciudad. Presiento que sigue mis pasos lentos.



Los balcones antiguos, el sonido de la flauta a lo lejos. Todo eso en un momento, pero el camino se hace largo y la flor sigue acompañándome. De pronto se abre un campo verde entre palmeras, entre voces, entre avecillas y una que otra sonrisa de niño. 

Las gentes van y vienen, un caballo galopando. Rodeo las calles que me aguardan, mientras continúo en el largo camino de flor blanca o rosa pálido. La catedral frente a mí, luce callada hoy,  callada como mi pensamiento que no puede ser grito. (Norma Zegarra Mayurí) 



miércoles, 29 de marzo de 2023

Alma de colibrí

 Perseveras mariposa en tu afán por alcanzar aquel amor ido. Recorres con vehemencia los kilómetros de espacio y nube, las distancias de tierra y limbo. Presiento, ingenua mariposa, que intentas romper barreras en el tiempo, mientras tu corazón se estruja y la esperanza se difumina, una vez más... Por que tú sabes mariposa delicada, que aquel colibrí no podrá ser alcanzado ni en tu más agitado vuelo. Por que entiendes a pesar de la lágrima eterna, que hace cuatro siglos tu pequeño colibrí partió  entre el alba y una campana. 



Perseveras mariposa y en ocasiones eres feliz. Imaginas y sueñas que el colibrí ha regresado para alegrar tu rutinario día. Tus alitas alegres pretenden tocarlo. Confieso que yo también suelo intentarlo. Más, su alma elevada es ya de otro cielo, se mece entre la brisa y la gloria... Y sin embargo, desdichada mariposa, cuando el vacío se hace más hondo en el pecho, ocurre el milagro en tu jardín de promesas. Sí. Aparece en tornasolado vuelo, el colibrí sosteniendo su alma tan sólo para verte una vez más. (Norma Zegarra Mayurí)